Huipil de valle nacional

¿Qué significa el huipil de Valle Nacional?

Cuando estamos en presencia de un huipil de Valle Nacional estamos ante mucho más que una simple prenda de vestir. Esta vestimenta, sin duda alguna, representa parte importante de la cultura e historia que distingue al municipio San Juan Bautista.

¿Quieres saber más sobre el huipil de esta región? ¿Deseas conocer por qué actualmente esta prenda está considerada como una segunda piel de las mujeres chinantecas? Entonces, quédate con nosotros y descubre el significado de esta maravillosa y tradicional vestimenta.

Huipil de Valle Nacional

El huipil de Valle Nacional es un vestido que utilizan las mujeres indígenas de esa región. El origen de esta prenda de vestir se remonta a la época prehispánica, sin embargo, se sigue usando hasta nuestros días.

Los huipiles de esta región son elaborados y mayormente utilizados por las damas chinantecas. Las representantes de esta etnia indígena usan prácticamente a diario esta tradicional prenda. De hecho, es precisamente por este motivo, que algunos no han dudado en afirmar que el huipil chinanteco es una suerte de segunda piel de sus mujeres.

Estas maravillosas prendas son oriundas del municipio de San Juan Bautista, que está ubicado en el Estado de Oaxaca. Es por esta razón que se conoce a este vestido como huipil del Valle Nacional.

Figuras sagradas del huipil chinanteco

En el huipil originario de la región de Oaxaca es posible encontrar 12 o 15 figuras que están directamente relacionadas con la historia del pueblo chinanteco. Estas representaciones tienen distintos significados y son denominadas figuras sagradas. Entre estos símbolos sagrados destacan los siguientes:

  • Ramas del árbol de primavera
  • Hojas de marihuana
  • Mata de café
  • Mata de tabaco
  • Ramas del árbol desparramado
  • Diosa del maíz
  • Mata de castaña
  • Capa de Rey
  • El escarabajo
  • Tres regiones

Merece la pena destacar que cada huipil tiene figuras sagradas completamente originales y absolutamente únicas.

Proceso de elaboración de un huipil del Valle Nacional

La elaboración de un huipil del Valle Nacional no es tarea sencilla, por el contrario, es un proceso artesanal que requiere de rigurosidad, dedicación y muchísimo esmero.

El proceso de elaboración comienza con el trabajo del algodón para hacer el hilo que se emplea en el telar para la realización del huipil. Para ello, las artesanas necesitan una jícara que debe ser de madera y ceniza para suavizar y facilitar la obtención del hilo.

Luego de sacar una buena cantidad de hilo, se continúa el proceso en el denominado telar de cintura. Allí se dispone el material más rústico que es necesario para elaborar el huipil.

Para la elaboración del bordado se utiliza hilo vela y se realiza el popular punto de cruz. Al utilizar esta técnica se desbarata y se vuelven a hacer las hebras. De esta manera, el hilo se torna mucho más esponjoso y no quedan espacios abiertos en el huipil.

 

Características distintivas de un huipil chinanteco

Un huipil completo de esta zona de Oaxaca se distingue por tener una pechera, el centro y la parte correspondiente a los costados. En el área del pecho se expresa, a través de las figuras sagradas, la relación que quien lleva la prenda tiene con su región.

En este orden de ideas, usualmente se borda en la pechera símbolos relacionados con las impresionantes grecas que están en las ruinas de Mitla. También es habitual bordar en esta parte del vestido algunas pencas de maguey. Por otro lado, en los costados suelen bordarse otros elementos tradicionales como maíz y matas de café.

La mayoría de los huipiles tienen franjas de color azul y rojo y distintos bordados que suelen ser de azules, negros y rojos. Estas tonalidades representan a la serpiente de coralillo que habita en la región.

Uso del huipil de Valle Nacional

En tiempos más antiguos, el huipil era usado por las mujeres chinantecas según el estado civil que tenían. De esta manera, los demás habitantes del pueblo podían reconocer si eran jóvenes, si estaban casadas o si eran viudas.

En este orden de ideas, si se trataba de mujeres jóvenes y solteras el refajo del huipil sobresalía muy poco. Las señoras casadas lucían refajos que sobresalían aproximadamente 15 centímetros más. Por último, en el caso de las viudas, esta parte del vestido era mucho más ancha.

Otra forma de reconocer el estado civil de una mujer por el huipil que vestía era fijándose bien en el tamaño de las flores del vestido. Las flores en botón o cerradas eran lucidas por las señoritas y, las más abiertas, eran usadas por las señoras casadas.

Unas últimas curiosidades sobre el huipil chinanteco

Anteriormente, la elaboración de esta prenda de vestir  estaba rodeada por un halo místico y muchas supersticiones. En primer lugar, solo las mujeres podían encargarse de su realización. Los hombres ni siquiera podían acercarse mientras se estaba elaborando el huipil y a las embarazadas tampoco.

Las artesanas chinantecas estaban totalmente convencidas de que si un hombre o mujer embarazada se acercaba mientras se hacía el huipil, el material se desconcentraba. Por esta razón, si esto sucedía, el proceso artesanal era detenido de inmediato.

En cualquier caso, si esto pasaba, las artesanas implementaban una particular cura. En el caso de los hombres, estos debían para subsanar la situación saltar 7 veces sobre el telar. Las embarazadas, en estos casos, tenían que aventar el hilo hacia arriba varias veces. Luego, se reanudaba el proceso de elaboración habitual del huipil.

Sin duda alguna, un huipil del Valle Nacional es mucho más que una prenda típica de vestir. Este vestido simboliza la historia popular y la cultura tradicional de todo un pueblo y de una región. Por esta razón, actualmente son considerados artículos de lujo por todo lo que representan.